October 29, 2013

Princesa, no puedo darte rosas.

Siempre me dio curiosidad cómo sería andar con una chavo banda, acá piraña, pantalón entubado, penacho bien apache, adicto al activo. Y decirle: ¡bésame con tus labios de chemo, beibe, apendéjame el cerebro con tu aliento a 5000!.


Reforma cerrada, y yo parada en el tráfico entre tanto chaka, los San Juditas de dos metros cruzaban hacia el templo de San Hipólito. Y una escena romántica: 

-¡Escríbeme un poema!. Le dijo la cholita de secundaria.
Él tomó su lata de spray y pintó en el puente “Hay que irse para poder volver”.
La morrita bien emocionada le dice: -Brayan Alain, eres la salsa de mis tacos, los hielos de mi coca, la guayaba de mi mona.


Eso es amor y no pedazos, imagínense que llegue el galán y te diga: "princesa no puedo darte rosas, pero mira, te traje mota". Y cuando empiece la danza apache, en el romántico ska, entre el sudor de la banda te diga al oído "damita, ¿me concede este slam?".



Tu y yo en la iglesia de San Hipolito cargando un San Judas como si fuera nuestro hijo, no sé, ¡piénsalo!.

October 27, 2013

Fotografía

Las fotos muestran caras sonrientes, la gente fotografía los momentos felices de sus vidas. Si alguien viera nuestro álbum de fotos concluiría que vivimos una existencia feliz, plena, libre de tragedias. Nadie toma fotografías de algo que desea olvidar.


Se pulsa el botón, se dispara el flash y en un abrir y cerrar de ojos se congela el momento, como si quisiéramos negar el paso del tiempo. Y si estas fotos dijeran algo a futuras generaciones, sería esto: yo estuve aquí, yo existí, fui joven, fui feliz y le importé a alguien lo suficiente para que me tomara una fotografía.





La mayoría de la gente no toma fotografías de las cosas pequeñas, los detalles que forman una verdadera foto de vida; un curita usado, el despachador de la gasolinera, la abeja en la gelatina. Excepto los hipsters, nosotros si lo hacemos y les ponemos efectos "a la instagram".