Hoy como a las 6 de la tarde iba caminando de regreso a casa por el malecón, todo estaba tranquilo, el sol ya casi a punto de ocultarse, la marea iba subiendo.... de repente sentí una sombra, cuando volteo para ver lo que era, cuál fué mi asombro que ví una ola a punto de arrastrarme mar adentro, no manches, sentí que estaba ante la mismísima tsunami.... como pude me aferré al poste de la luz que está cerca de las palapas y fué lo que me mantuvo en arena firme. Una vez que se fué la ola y me ví abrazada al poste empapada y empanizada de arena, me dispuse a ver el saldo que dejó todo esto, reporte: todo estable, excepto por el caballito de mar que se aferró a mi rodilla, el cual no tuve mas remedio que dejarlo en la espuma de la primera ola pacífica que vi.
Hubiera estado increíble que esta historia fuera cierta, pero la verdad es que mi día fué como cualquier otro, la misma rutina de siempre... esto de ser adulto a veces no es tan divertido, pero debo admitir que tiene sus recompensas.
Hubiera estado increíble que esta historia fuera cierta, pero la verdad es que mi día fué como cualquier otro, la misma rutina de siempre... esto de ser adulto a veces no es tan divertido, pero debo admitir que tiene sus recompensas.
1 comment:
Hola nena!!!
Pues si, ya tengo blog, yo también espero que no quede abandonado!! Pero tu no deberías abandonar el tuyo, es chido leerte, siempre.
Te quiero mucho mucho mucho. Besitos.
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